Simbiosis entre el sonido del cine y videojuegos

El tema del sonido en los audiovisuales han ido de la mano con el cine y los videojuegos. En los artículos anteriores escribí sobre sus inicios, sus predecesores y sus pequeños objetivos como función auditiva. En esta publicación, intentaré realizar una relación entre la evolución del sonido y dispositivos para su reproducción con el desarrollo del cine y videojuegos. Tranquilos, lo haré brevemente.

Recordemos que el primer video con audio incluido (mediante la sincronía del sonido con la película) fue en 1927 y la película "el cantor de Jazz", aunque realmente, de los 88 minutos de película solo 12 están sonorizados. 

Durante los 30', la música empieza a ser asignada según el género de la película, apareciendo la especialización dentro de los compositores, además de crear la película King Kong en 1933 totalmente sincronizada. 

No se tardó mucho en mejorar el tema del color en los audiovisuales, pues la primera película a color fue una de Disney Flowers and Trees en 1932, 3 años después de "El cantante de Jazz".

Debido al auge del interés en la música, durante la década de los 40 se empezaron a componer canciones para la propia película, basados en los musicales que había en Broadway (lo cual no es más que una ampliación de la ópera con música moderna). No solo esto, sino que a medida que la fama de este género aumentaba, también lo hizo el interés por la grabación, por lo que la venta del ya inventado Vinilo de 33 RPM (Revoluciones por minuto) fue el boom del momento. 

A finales de los 40', el vinilo trajo desarrollos como el Capitol 45RPM, aunque sin mucho éxito. No fue el caso del transistor inventado por los laboratorios Bell, lo cual trajo a la tecnología electrónica un porvenir fructífero, sobre todo, en el ámbito de los ordenadores y consolas.

Tras unos 50' lleno de Jazz, bailes y musicales, entre los compositores se creó un ambiente de melodías pegadizas, como la mentalidad de Giuseppe Verdi con sus óperas (sus temas son de los más reconocidos). De hecho, Perspecta sacó su reproductor Estereo por primera vez, lo cual fue algo novedoso a la hora de ir al cine. Esto vendría seguido de la década de los 60 y sus grandes orquestaciones al estilo Western con Bernstein y Morricone.

Justo durante esta época, como ya hablamos en artículos anteriores, comienzan a desarrollarse componentes sonoros para los ordenadores, tales como la IBM 7094 en Magnavox Odyssey. No es de extrañar que con tanto cantante y musical, este chip tuviera la capacidad de reproducir voz sintética. 

Llegados a 1970, las melodías vendibles dejan de tener impacto, y con esta pequeña crisis aparece John Williams y su instrumentación sinfónica. Si sois muy adeptos a su estilo, os recomiendo escuchar su inspiración teórica: Schubert, Tchaikovsky o Stravinsky son parte de ello.

Esta década fue importante tanto para la mejora de la grabación, como fue la creación del Casette compacto, como la inclusión de sonido en los videojuegos (Pong, 1972). De hecho, el casette ofreció la posibilidad de almacenar sonidos dentro del sintetizador Arp Odyssey, lo cual no era posible hasta entonces. 

Además, junto con la mejora de sonido sintético y calidad, en 1974 dio oportunidad a incluir sonidos extremadamente graves en el sonido del cine por Sensurround para la película Terremoto. 

Para rematar, en 1975 se perfeccionó el audio estereo que ya había proporcionado Perspecta y se creó el Dolby Stereo, el cual ofrecía no solo sonido de ambos lados, sino que estaba compuesto por 4 canales: dos frontales y dos posteriores. 

Estamos en un momento de mejora auditiva en ambos mundos, proporcionando sintetizadores cada vez más completos, como la Atari 2600 (también llamado chip TIA) y Pokey, asignado este segundo al Tetris (1980). 

Como conclusión, la década de los 70 fue un momento clave para la teorización de la música orquestada como John Williams, así como la mejora del desarrollo gráfico y sonoro de los videojuegos, como hicieron General Instruments, Roland o Yamaha, entre otros. 

Como último, solo mencionar el MIDI como medio de introducción de sonido digitalmente a un dispositivo, tanto a un ordenador como a una consola, lo cual ofreció una gama de posibilidades armónicas bastante más amplio.