Inicios del sonido en el cine

31.05.2020

Aunque fue Edison el precursor de la visión de imágenes en movimiento, no consiguió crear la proyección de la misma en una superficie. 

El primer video o película fue en Paris en 1895 llamado el Salón Indio. Obviamente, este primer acercamiento visual no tenía música íntegra, pero más adelante sí se empezó a usar la música de forma externa (pianos o instrumentos) para:

1. Para tapar el ruido del proyector

2. Para agradar al público ignorante de la música clásica, pero también para no dejar caer al cine como un espectáculo, sino un arte. Con la música, el cine tenía más prestigio.

3. Para cobrar más dinero, puesto que había muchas personas contratadas para el cine y también para el creador. 

Esta música era creada por el piano, usando sólo un pequeño folleto llamado Cue Sheet, donde sólo se mencionaban los temas que habría en la película, como "suspense", "tristeza", "drama"... Dependiendo del tamaño de la sala, algunos se podían permitir contratar un conjunto de cámara (cuartetos, quintetos...) o incluso una orquesta. 

Como la calidad variaba debido al conocimiento de los integrantes (algunos iban sin poder haberlo estudiado debido a la poca antelación, o bien porque le Cue Sheet había sido editado por el compositor), se inventó el órgano Wurlitzer, instrumento compuesto de varios teclado y que reproducía toda una orquesta, evidentemente, bajo un sonido sintetizado. 

La música interpretada no solía estar compuesta para estas películas, sino más bien aprovechaban obras clásicas de autores ya muertos, u otros que estuvieran vivos pero más centrados en la música clásica, como por ejemplo, Satie, Milhaud, Honneger, Hindemith, Khachaturian, Vaughan Williams, Britten, Villalobos, Revueltas y Copland. Aún así, mostraron mucho interés en este noveno arte y se han creado verdaderas obras magníficas precursoras de la música de hoy día. 

Algunas de las composiciones no estuvieron comprometidas a un solo video, sino que hay testimonios del uso de diferentes músicas para una misma película (Krakauer). Fue durante la década de los 1950 que debido a la altísima demanda y orquestas y otros puestos "en nómina", los compositores empezaron entonces a especializarse en estilos. 

No fue hasta 1927, tan solo 32 años después, que se pudiera incluir el sonido en la película, comenzando con "El cantante de Jazz". Realmente no es que estuviera incluido como lo es hoy día, sino que, junto con el proyector, se reproducía un vitaphone sincronizado. 

A la hora de hacer estas grabaciones, estaba el problema del ruido del propio proyector de grabación, pues producía muchísimo ruido y el resultado era bastante sucio. Por esto mismo, nada más y nada menos que al año siguiente, se inventó el famoso micrófono jirafa para evitar tener una cámara pesada que fuera difícil de mover durante la filmación, además de insonorizarlo. 

Por otra parte, el sonido trajo otro problema, y ese fue las pruebas del casting. Se pasó de fijarse sólo en la forma de actuar a hacer pruebas de voz, lo cual trajo una reducción de actores ya para la década de los 30. Pocos se libraron de esta criba, y uno de ellos fue Charles Chaplin, quien prosiguió creando películas mudas hasta 1941 donde él mismo puso voz. 

Las grabaciones de los discos para la música sincronizada también tenía sus límites en la orquesta. Esto era debido a que no se captaban bien las frecuencias extremas, es decir, los sonidos bastante agudos como lo eran la flauta u oboe, y los sonidos graves, como contrabajos y demás. Ello obligaba a los compositores a adaptar sus partituras a plantillas muy concretas, aunque solo fuera hasta 1931, cuando ya se mejoraron los dispositivos de grabación y se amplió el rango de tesitura. 



Alfonso Cisneros Cox

La música en el cine: Géneros y compositores



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